Baebi Hel: En cuanto entró en la habitación tenuemente iluminada, Baebi sintió cómo la tensión crecía entre sus muslos delgados y suaves. El aroma a almizcle llenaba el aire a su alrededor; era casi embriagador. Sabía lo que la esperaba dentro: dos pollas ansiosas, listas para llenar cada centímetro de sus orificios hambrientos. La primera…
Se llamaba Akane y era una atractiva mujer asiática de veintitantos años. Tenía una larga melena negra que le caía en cascada por la espalda, ojos almendrados que brillaban con curiosidad y labios carnosos que a menudo se curvaban en una sonrisa seductora. Su cuerpo, tonificado tras años de práctica de artes marciales, le daba…
