Érase una vez un joven llamado Perrine al que le encantaba usar ropa de mujer. Siempre se había sentido más cómodo con vestidos y faldas que con pantalones y camisas. Un día, mientras buscaba ropa nueva en internet, se topó con una página web dedicada al travestismo. Intrigado por lo que vio, decidió explorar más…
