Estaba sola en mi habitación cuando oí el timbre. Alguien llamaba a la puerta. Supuse que era alguno de mis amigos y no le presté atención. Sin embargo, al cabo de unos segundos, oí que llamaban con fuerza. Me levanté de inmediato y abrí. Allí estaba mi hermanastra virgen, una chica de dieciocho años que…
