Irène estaba sentada en su escritorio, golpeando ansiosamente sus tacones contra el suelo. No podía dejar de pensar en lo que había sucedido ese mismo día, cuando accidentalmente había sorprendido a su jefe, el Sr. Johnson, en el baño. Verlo allí de pie, desnudo, con su enorme polla colgando a la vista de todos, le…
