Baebi Hel: En cuanto entró en la habitación tenuemente iluminada, Baebi sintió cómo la tensión crecía entre sus muslos delgados y suaves. El aroma a almizcle llenaba el aire a su alrededor; era casi embriagador. Sabía lo que la esperaba dentro: dos pollas ansiosas, listas para llenar cada centímetro de sus orificios hambrientos. La primera…
Kayla gimió suavemente bajo la enorme polla negra de Tyrone, con los ojos en blanco al sentir su longitud estirando su apretado coño. Era todo lo que había fantaseado desde que lo vio por primera vez caminando por la calle un día. Era grande, negro e increíblemente sexy; todo lo que deseaba dentro de ella.…
